Con este título tan genérico me voy a referir a como pasar del amor mundano al amor transcendental.
El amor entre personas se manifiesta siempre con dos componentes, uno espiritual y otro meramente carnal, ambos están tan perfectamente unidos que a simple vista pareciera que se trata de un solo componente que llamamos amor, sin embargo merece la pena discernir a quien pertenece uno y a quien el otro, en el amor espiritual si lo lleváramos al extremo, lo identificaríamos con el amor supremo y si fuéramos capaces de sustraerlo del otro componente, dejaríamos al amor mundano como un acto meramente sexual que llevado al otro extremo estaríamos hablando de lascivia, lujuria, aberraciones sexuales, etc.
Sin saberlo desde la mas tierna infancia hemos ido asociando estos dos componentes, de una forma similar a lo que le sucedía al perro de Paulov de tal manera que en muchas ocasiones, solo con hablar y por teléfono con la persona que se ama se produce su reflejo que lo convierte en erección. Y a partir de ahí dejamos de ver el horizonte y solo centramos nuestra mirada y nuestra atención en esa barrera que se nos coloca delante llamada sexo, con la que nos estrellamos una y otra vez sin ser capaces de evitarla pero que es muy interesante en el caso heterosexual para el mantenimiento de la especie.
El amor es unidad por eso los novios que se aman solo desea estar juntos, muy pegaditos uno del otro, el límite es materia con materia que al extremo se traduce en penetración y orgasmo. Hay personas, clérigos también, que seducen con estas palabras: “deseo entrar en ti” que parece que hubieran leído el Decamerón. Si no caemos y evitamos lo sexual y traspasamos esa barrera encontraremos un amor incondicional que permite amarnos unos a otros como Cristo nos amó, en ese amor, el espíritu del amante y del amado se funden en una unidad en la que se puede decir “yo soy tu y tu eres yo”, de esta manera podemos amar a nuestros seres queridos, a nuestros amigos mas cercanos, a nuestros conocidos, a los desconocidos, a nuestros enemigos. A todos estos pertenecientes al pueblo o ciudad en la que vivimos, a todos los pertenecientes a nuestra provincia, a nuestro país, a nuestro continente, a otros continente, al mundo entero. El amor es inagotable y cuando amamos incondicionalmente de manera universal nos encontramos ineludiblemente con el Hijo del Hombre y advertimos que El y nosotros nos hacemos uno, pero Cristo es la puerta e inmediatamente nos hacemos UNO con el Padre en el Amor del Espíritu Santo produciéndose en el amante lo que se conoce como nirvana o satori. y que los cristianos decimos que Cristo nos hace partícipes de la Santísima Trinidad siendo uno con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo y con toda la filiación.
Merece la pena observar la castidad y amar y amar.
“La vida sin amor, no vale nada”
Todo lo que une a los hombres nos llega por el Amor y el Amor procede del Padre, Dios es Amor, Cristo es Amor, todas las separaciones y desencuentros proceden del diablo, del enemigo del hombre.
Todos los divorcios, todos los abortos, todos los conflictos, las guerras, en el pecado, en los pecados capitales sobre todo, en toda la maldad se encuentra la sombra del demonio, el diablo desea la destrucción del hombre y pronto lo veremos.
La barrera del sexo lleva emparejada otras barreras adicionales como la de la posesión, la de los celos y estas a su vez otras como la de la ira, la desconfianza; todas ellas son contrarias al amor, al amor verdadero que deseamos encontrar. Todas estas barreras son levantadas por el diablo para encarcelarnos en ellas y no encontremos lo que ansiamos y deseamos que es a Cristo. ¿La posesión juega a favor o en contra del amor incondicional? Si el Padre con todo su poder acepta a cada uno de sus hijos como son, ¿como nosotros deseamos adueñarnos de lo que no nos pertenece? Acepto por lo tanto la libertad de cada persona de decidir su propia vida, su propio destino y respeto cualquier decisión que tome y la apoyo incondicionalmente porque del amor que siento por ella nada puede separarme.
Esto dice el poeta:Te diré lo que es el amor
Es volar al cielo,
rasgar mil velos en todo momento,
renunciar a uno mismo
y, finalmente, perderse en Dios.
El volar al cielo es tener siempre la mente en las cosas de Dios; los velos son precisamente las barreras que el diablo ha levantado delante nuestra para nuestra perdición. Renunciar a uno mismo es apartarse del orgullo y finalmente el encuentro con el Señor.
San Pablo en su primera carta a los corintios en el capítulo 13:
Este texto de San Pablo lo tengo incorporado como una oración de liberación de las mas importantes y que durante las sesiones de liberación la hemos repetido en numerosas ocasiones y con buenos frutos. Nada mas contrario al ambiente demoníaco que este precioso himno al Amor, con el se liberaron personas poseídas por el demonio.
En Colosenses 3:
Por tanto, mortificad cuanto en vosotros es terreno: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría, 6 todo lo cual atrae la ira de Dios sobre los rebeldes, 7 y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais de ese modo.8 Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y obscenidades, lejos de vuestra boca. 9 No os mintáis unos a otros, pues despojados del hombre viejo con sus obras, ..Es importante saber que por un paso que damos de vuelta a la casa del Padre, el sale a nuestro encuentro dando cinco hacia nosotros y manda por delante a su Hijo Jesucristo
"Nadie viene a mi si mi Padre no lo atrae"
Que importante papel desempeña Jesucristo en la salvación del hombre. El Salvador de la Humanidad nos ha justificado delante del Padre y por Él pasamos a la Jerusalen Celestial, yendo con Él de la mano nadie te puede acusar puesto que pagó por todos derramando su sangre hasta la última gota, nada se guardó para si entregándose por completo, de ahí la universalidad de su redención. ¡Gloria a Dios!
2 comentarios:
Lo de pronto lo veremos quiere decir que tal y como están las cosas tengo la sensación que estamos en el final de los tiempos, cosa que dependerá de los que ahora estamos viviendo en este mundo pero cuando veo como el diablo se mete en las personas y es difícil detectarlo, entiendo que en cualquier momento nos puede llegar otro loco como Hitler o aun peor.
Cuando nos negamos a sí mismo echamos por tierra los planes que el demonio ha preparado para nosotros.
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